RENACIMIENTO

El 14 de agosto de 2023, en el crepúsculo del puerto de Valencia, un infortunado accidente me precipitó desde una altura de 7 metros. Me sumí en la oscuridad, perdí toda consciencia y no fue sino hasta cinco horas después, según me contaron, que volví en mí.


Fue entonces cuando se forjó mi renacimiento, un interludio en el que tuve la revelación de mi verdadero llamado: ser actor. Al igual que Jesucristo, a mis 33 años, una visión me reveló que mi destino era brillar frente a la cámara, y no detrás de ella.


Mi vida tomó un nuevo curso y, tras años de pasión por el séptimo arte y de cultivar habilidades creativas, mi fervor me condujo a la certeza de que mi propósito es encarnar personajes y despertar emociones en el público, aquellas mismas que el destino me enseñó a superar.
 
Son contados los que tienen el privilegio de nacer dos veces…